La época de verano afecta a la piel de nuestro cuerpo acentuando la deshidratación, así como el fotoenvejecimiento prematuro.
La aparición de manchas, los capilares dilatados e incremento del sudor, genera irritación y picores que en pieles más sensibles suelen acentuarse más, así como el uso de la piscina al contener cloro, afecta a las pieles con rosácea.
La rutina diaria de cuidado de la piel, puede variar un poco en esta temporada. Por ejemplo, en cuanto a la higiene o limpieza, hay que ducharse al iniciar el día, pero también después de cada baño en el mar o piscina y si realizamos alguna actividad que aumentó nuestra sudoración. La adecuada higiene previene infecciones, hongos, eritemas así como deshidratación de la piel. Para la higiene del rostro, recurrir a un gel o leche de limpieza ligera y sin componentes irritativos.
Para el paso de hidratación, usar leches hidratantes después de cada ducha, no olvidar usar cremas más densas para zonas como talones, codos y rodillas, con respecto al rostro, para la hidratación debe emplearse una loción tónica descongestiva, luego de su absorción aplicar un serum ligero y no aceitoso, de ácido hialurónico o algún otro componente de humectación y al absorberse esté, una crema humectante con ceramidas o liposomas.
El uso de bloqueador solar o filtros solares es indispensable ya que previene las quemaduras y a largo plazo la aparición de melanomas. Se debe aplicar antes de ir a la playa o piscina y reaplicarlo cada 2 horas o después de cada baño. El bronceado se puede adquirir de manera progresiva, al inicio se recomienda el uso de filtros de alta protección (FPS 50 o 100) y luego ir reduciendo el grado (FPS 30 como mínimo), no olvidar ponérselo en todo el cuerpo (hay zonas que olvidamos como contorno de ojos, las orejas, dorso de manos, dorso de pies y cuello), usar una buena cantidad.
No exfoliar la piel tan frecuentemente como lo haríamos en época de invierno.
Aumentar el consumo de agua, 2.5 litros de agua a lo largo del día, si no te gusta el sabor del agua sola puedes saborizarla poniéndole unas rodajas de pepino, hojas menta o fresas.
Evitar tomar el sol entre las 11 am. y las 4pm. que es el horario donde los rayos solares caen de manera directa a la superficie de la tierra. Recuerda que en la playa, los fragmentos de arena son como microespejos que al recibir rayos solares aumentan como una lupa esta radiación, ocasionando más daño a la piel.
Usar siempre gorro o sombrero, gafas y de preferencia ropa de playa con filtro solar y si podemos permanecer bajo la sombrilla, mejor.
En cuanto a la alimentación, preferir las verduras frescas y las frutas, ya que favorecen la hidratación del organismo y por ende de la piel.
Siguiendo estos consejos podremos disfrutar de manera segura y adecuada del verano.
Escrito por Melissa Barrenechea. (@esteticista.melissa)
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