Un serum facial es considerado un verdadero elixir de belleza, debido a su gran eficacia para mejorar y corregir los problemas más comunes de la piel.
Además tienen una penetración efectiva y a profundidad en la piel.
Algunos tipos de serums:
– Serum antiedad.
Especiales para las arrugas y la flacidez, dos de las principales preocupaciones que más estresan a las personas, ya que son los primeros signos del envejecimiento.
– Serum uso diurno.
Este serum crea una barrera protectora frente a las agresiones diarias del medio ambiente. Además, sus funciones antioxidantes tienen la capacidad de revitalizar e iluminar diariamente tu rostro.
– Serum reparador nocturno.
Impulsa la actividad celular en la noche reparando la piel. Cuando dormimos nuestra piel es capaz de regenerarse, así absorbe y asimila eficazmente los principios activos de su composición.
– Serum microexfoliante.
Todas las pieles necesitan renovación y oxigenarse. Para regenerar la piel a profundidad es vital una exfoliación que remueve las células muertas y con ellas se va el aspecto marchito, opaco y cansado de la piel.
– Serum antimanchas
Las manchas producidas por el sol y los cambios hormonales son marcas notorias en el rostro. Este tipo de serum posee componentes con acción despigmentante que ayuda a reducir en un alto porcentaje la apariencia de las manchas oscuras, logrando un tono uniforme y una tez radiante. Recordar que el tratamiento de las manchas dura de entre 6 meses a 1 año, así que ha tener paciencia hasta lograr el objetivo.
Lo más importante antes de usar un producto de uso domiciliario, como el serum, es que un profesional de la estética te oriente indicandote cual es el mejor para tu tipo de piel, cuál es el uso y la aplicación correcta, así obtendrás el mayor beneficio de el.
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