Los efectos positivos de los viajes van más allá del ocio, favoreciendo la salud física y mental.
Un estudio reciente de la Universidad Edith Cowan, en Australia, ha revelado que los viajes pueden tener un impacto directo en el envejecimiento, ayudando a retrasar el deterioro mental y físico. Los investigadores destacan que actividades como la interacción social, la estimulación mental y la actividad física, inherentes a los viajes, son factores clave para mantener una vida saludable. Este hallazgo subraya que los viajes no solo son una forma de recreación, sino también una herramienta para promover la longevidad y mejorar la salud general.Cómo los viajes ayudan a frenar el envejecimiento
El envejecimiento es un proceso natural que puede ser ralentizado a través de prácticas saludables. Según el estudio, el simple hecho de viajar promueve un entorno que favorece la salud mental y física. Al exponerse a nuevos paisajes, el cerebro se ve obligado a adaptarse, lo que mejora su plasticidad y fortalece la memoria. Además, el contacto con la naturaleza y otras personas reduce los niveles de estrés y promueve el bienestar emocional.
Los investigadores también subrayan el valor de la actividad física en el proceso de viajar, ya que el desplazamiento, las caminatas y otras actividades físicas al aire libre mejoran la condición cardiovascular y mental, ambos factores fundamentales para envejecer de manera saludable. Fangli Hu, líder del estudio, afirma que las experiencias en entornos naturales, como playas o bosques, pueden influir positivamente en la longevidad y la calidad de vida.
Beneficios cognitivos y emocionales de los viajes
Otro aspecto importante del estudio es la relación entre los viajes y el crecimiento neuronal. Explorar nuevos destinos estimula el cerebro, lo que podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. Las experiencias positivas, como interactuar con otras personas o aprender sobre diferentes culturas, activan áreas del cerebro responsables de la memoria y el aprendizaje. Hu señala que la exposición a nuevas experienciasmejora la capacidad cognitiva, lo que contribuye a un envejecimiento saludable.
Además, los viajes también influyen en el bienestar emocional. Las personas que se sumergen en culturas diferentes y desconocidas tienden a sentirse más felices y menos estresadas. Estos estados emocionales positivos, como la felicidad y el asombro, tienen un impacto directo en la longevidad al reducir los niveles de estrés, un factor conocido por acelerar el envejecimiento
Riesgos y recomendaciones
A pesar de los claros beneficios, los investigadores advierten que no todos los viajes son igualmente beneficiosos para la salud. Los riesgos asociados, como accidentes, enfermedades infecciosas o situaciones que generan ansiedad, pueden tener un efecto negativo en el bienestar general. Según el estudio, es crucial adaptar los viajes a las necesidades y el estado de salud de cada persona para evitar efectos adversos.
Es por todo esto que el estudio de la Universidad Edith Cowan destaca la importancia de los viajes como una herramienta no solo recreativa, sino también terapéutica. Al combinar la estimulación mental, la actividad física y el bienestar emocional, viajar se convierte en una actividad que favorece la salud integral y contribuye a un envejecimiento más saludable.
Melissa Barrenechea Tarazona
GERENTE GENERAL
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